Carla Celia y Joaquín Botero frente a una pintura y una silla restaurada que hacen parte de la exposición de arte de Nonna Rosa
Carla Celia y Joaquín Botero frente a una pintura y una silla restaurada que hacen parte de la exposición de arte de Nonna Rosa
Foto
Jair Varela

Share:

La cocina y la pintura, las dos grandes pasiones de Carla Celia

De la mano del artista plástico paisa, Joaquín Botero, “su compañero de vida”, se lanzaron a este proyecto cultural hace seis años.

Carla Celia Martínez-Aparicio nació y creció disfrutando de la exquisita cocina italiana que preparaba su abuela Rossina Cozarelli, de quien dice con enorme orgullo heredó el gusto por la buena mesa.

A mí me encanta la cocina desde siempre. Pienso que cuando uno es creativo, la cocina es un complemento porque te hace sacar las raíces, todo lo que tienes adentro, no solo la parte de inmigrantes italianos, sino la barranquillera”, asegura esta arquitecta y diseñadora de interiores.

Mientras rememora su infancia, agarra un lapicero y empieza a dibujar sobre una mesa de Nonna Rosa, el restaurante que abrió en 1996 junto a su hermano Ricardo, y que desde hace ocho años convirtió, además, en una galería de arte.

Nonna Rosa, restaurante-galería está ubicado en la carrera 53 #79-211, la casa de la familia Celia-Martínez Aparicio

“Yo puedo permanecer hasta dos y tres horas haciendo trazos, dibujando”, asegura, mientras su “compañero de vida”, como le dice al artista plástico paisa Joaquín Botero, no deja de observarla.

Recuerda que junto a su hermano Ricardo, comenzaron con una pequeña trattoria en la carrera 53 No. 79-211, la casa donde crecieron junto a sus papás, el industrial Antonio Celia (fallecido) y Cecilia Martínez Aparicio de Celia, quien pronto cumplirá 90 años.

“Empezamos con la receta de la Nonna (abuela en italiano), de allí su nombre Nonna Rosa, que con el tiempo fue evolucionando, y de vender pizzas y lasagnas, nos fuimos convirtiendo en restaurante. Luego seguí yo con el negocio”.

Carla Celia y Joaquín Botero en el restaurante-galería Nonna Rosa

A medida que transcurre la entrevista con Zona Cero, Botero le consulta en dónde ubicar cada una de las obras.

Hace seis años, para la época en que conoció al pintor y artista plástico antioqueño Joaquín Botero, convirtió Nonna Rosa en un restaurante-galería.

A medida que transcurre la entrevista con Zona Cero, Botero le consulta dónde ubicar las obras.

Lea además: Por embarcación encallada no hay paso en puente levadizo del Gran Malecón del Río

¡Ahí está perfecto, me gusta ese contraste!”, le dice Carla para referirse a una de las sillas restauradas que hacen parte de la galería, y que Joaquín puso junto a uno de sus cuadros.

Los dos contaron que se conocieron hace ocho años en una subasta de arte a la que habían sido convocados 20 artistas plásticos para una obra social organizada por el Colegio Marymount.

"Yo me siento y empiezo a dibujar, a trazar líneas, figuras", dice Carla Celia

Fue algo providencial, y desde ese momento empezamos a compartir pasiones, el estudio, hasta que llegó el momento en que la creación de ambos necesitaba un sitio donde mostrarse y nació Nonna Rosa-galería”.

La pareja de artistas dice que ha sido una experiencia enriquecedora en la que han involucrado a los meseros del restaurante que están entrenados para vender arte, las esculturas de Joaquín y la pintura de Carla, pero también, las obras que han hecho juntos.

Le podría interesar: Carlos Bacca, en el equipo de la semana de la Copa Libertadores

Este proyecto más que un divertimento, ha sido una pasión porque la gente que llega al restaurante encuentra un ambiente relax porque recorre las obras, se sorprende. Esa es la idea, sorprender al que venga, pero también, llegarle a mucho más gente que probablemente no tenga acceso a apreciar obras de arte”, dice Celia cuya obra siempre ha sido toda una explosión de colores inspirada en el Caribe colombiano.

En Nonna Rosa hay obras de Carla Celia y Joaquín Botero y obras conjuntas

Recuerda que la primera obra en la que trabajaron juntos fue una escultura hecha por él.

Me la puso al frente y me dijo: ponle lo que quieras, y nació algo bien lindo porque le empezamos a poner cosas en la cabeza, porque siempre nos ha inspirado la mujer, y logramos ‘La diosa coronada’, rodeada de pequeños Niño Dios. Fue un éxito en Valledupar porque además tuvimos a ‘La Maye’, ‘Matilde Lina’, entre otras musas", cuenta, para recordar una exitosa exposición de la pareja en pleno Festival de la Leyenda Vallenata.

Para Botero, Carla es una mujer “absolutamente maravillosa y una artista incomparable”, y agrega que más que complemento, “somos una suma de vidas y de talentos”.

Además: ‘Supercampeones’ se despide del público con su último número impreso tras 43 años

Carla –agrega- es poseedora de la magia del color, es Caribe ciento por ciento, mientras yo vengo de las montañas antioqueñas.

Carla y yo somos una unidad deliciosa, querida, llena de color, de líneas, de forma, y de pasión por lo que hacemos y pasión mutua”.

Dice que comenzó con las esculturas a raíz de una circunstancia que le llegó al alma.

Aquí en este punto, Carla interrumpe para confesar que hace seis años fue diagnosticada con cáncer de seno y que en estos momentos está en tratamiento con quimioterapia.

"Somos una suma de vidas y de talentos”, dice Joaquín Botero sobre Carla Celia

Nos llamó una amiga en común, Pilar Pumarejo, de la Triple A, para que participáramos en una exposición y que interviniéramos unas esculturas. Allí arrancó todo. Estábamos tocados y nos pareció lindo”.

Mientras dialogamos, Carla no deja de sonreír y su fortaleza y fé en Dios y en ella misma es tan grande e irradiante que cuando habla de su tratamiento lo hace con naturalidad y sin asomo de tristeza ni temor.

Lea también: Julio Comesaña recibió premio Hijo Adoptivo de Equinorte y Acord Atlántico

Ya en plena sesión de fotos, Botero dice que lo más bello de ese complemento con Carla es que no hay celo profesional y la acogida de la gente ha sido extraordinaria.

Aquí sigue Carla, con los olores y sabores del hogar, donde nació, la comida, el buen vino, es una casa bien servida a toda hora, a manteles. Ella es poseedora de la magia del color, es Caribe”, asegura con enorme orgullo, sin dejar de mirarla.

El restaurante-galeria Nonna Rosa está ubicado en la carrera 53 No. 79-211.

El artista plástico y pintor paisa Joaquín Botero en su estudio, en plena creación

Más sobre este tema: